El Amor...

¿Qué es el amor? Hace muchos años que me hacía esta pregunta. Observaba la forma de actuar de muchas parejas y no me terminaba de convencer eso de enamorarse...Hasta que me tocó enamorarme a mí. Entonces comprendí la parte positiva, la mejor parte...

Encontrar a esa persona, reflejo de una parte de mí, que con una primera sonrisa hizo parar mi mundo y que empezara a rotar de forma especial, esa persona por la que quiero cerrar los ojos para abrirlos y verlo despertar conmigo, esa persona con la que aburrirse es una diversión más y con la que divertirse es mucho más que reír...Esa persona que, en definitiva, me hizo conocer la palabra felicidad...

Y, como siempre que llega una persona a tu vida, hay cambios. Cambios para bien o para mal. Cambios que te ayudan a madurar, que te hacen vivir desde puntos de vista totalmente contrarios a los de siempre...Cambios que te hacen llorar o reír, que te hacen dudar o arriesgar...Cambios que suman momentos inolvidables.

Amar es comprender, escuchar, callar, reír, disfrutar, llorar, gritar, discutir, cerrar los ojos y sentir...Amar es mirarse y hablar en silencio...Es sonreír cuando ves a esa persona sonreír...Para mí amar es muchas cosas más que no se pueden describir con palabras...Son sentimientos tan contradictorios que dan como resultado una felicidad constante...

Pero el amor también es miedo, miedo de perder a esa persona, miedo de que un día salgas de su corazón sin previo aviso, miedo de que ese amor se haya convertido en dependencia y te encuentres sin saber caminar solo... Es un miedo que te hace vivir en su pasado y que, por días, no te deja escribir su presente...

En definitiva, el amor debe ser la tinta con la que redactar el día de hoy sin pensar en cómo fue su ayer o cómo será vuestro mañana...Lo importante es que en este momento los dos escriban en un mismo capítulo vuestra vida...siendo, los dos, protagonistas.

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Un año más

Si me pidieran que resumiera mi 2011 en una sola palabra, sin lugar a duda, la palabra elegida sería Sueño.
Aún recuerdo cómo viví mis Navidades pasadas. Tenía mi mente en el mes de Febrero, el día 23 exactamente. Y es que fue en esa fecha cuando cumplí uno de mis mayores sueños. Algo tan simple para el resto y algo tan enorme para mí. Viajar para conocer a las mejores personas que me había regalado "la vida virtual".
Madrid y Barcelona fueron los escenarios que, sin lugar a dudas, hacen que recuerde este año con una enorme sonrisa. Desvirtualizar a cinco personas sin límite de caracteres y llenar la maleta de vuelta con nuevas sensanciones, nuevos sentimietos e imborrables momentos...
Unido a esa estancia en tierras con "una hora más", pude realizar un deseo que recuerdo pedí en mi 16º cumpleaños. Llegó algo tarde y sin casi planearlo, por eso me llenó aún más si cabe esos días: Abrazar a esa persona que durante seis años ha sabido estar a mi lado, sentarse junto a mí y escucharme siendo físicamente imposible, por vivir a miles de kilómetros.
Ha sido un año donde los cambios no han dejado de existir. Unos cambios que han llegado de la mano de ese sentimiento que no pensé que existiera: el amor.
En el lugar y momento que menos esperaba que pudiese ocurrir, esa llamita encendió y con ella llegaron nuevos momentos, momentos inolvidables que terminan de hacer enorme este año. Conocer a esa persona que tiene ese algo especial que hace que confíe, esa persona capaz de borrar el caparazón que me cubría, esa persona que con una palabra o un abrazo convierte las lágrimas en sonrisas. Una persona que se ha ganado gran parte de mi día a día y de la que me faltarán horas para agradecerle todo lo bueno que me ha hecho sentir en estos meses.
Como todo camino de rosas, hay espinas y este año, como todos, ha tenido que dar fuerte con esas espinas. Personas que desaparecen de tu camino sin casi darte cuenta, sin explicaciones, lo cual, tampoco importa porque aprendes que nadie es tan necesario en nuestra vida, que podemos seguir caminando aunque nos quedemos solos.
Lo peor, sin dudas, una ausencia que jamás se podrá sustituir con nada. Esos viajes sin vuelta que hacen algunos familiares sin quererlo, que los organiza la vida sin que te des cuenta, sin previo aviso, sin poder decir adios. Y es cuando, ocho años después, tienes que volver a empezar a adaptarte al sentimiento de soledad, porque te das cuenta que por muchas personas que hayan a tu alrededor, ninguna ocupará su lugar, jamás.

Y en eso se resume mi año. En lo mejor y en lo peor. En una constante montaña rusa. En lágrimas pero también en muchas sonrisas. En sentimientos muy grandes por personas que sientes a tu lado cuando están muy lejos. Ha sido un gran año, difícil de olvidar. El mejor vivido hasta el momento. Lleno de grandes personas y grandes momentos.

Ahora llega el 2012. Un nuevo año para seguir aprendiendo, riendo, disfrutando, llorando, viviendo, saltando, bailando, queriendo, amando, soñando...Un nuevo año donde lo único que pido es que todas esas personas especiales sigan en mi vida este nuevo año.

Pensar en el día de hoy...

"-¿Ya has decidido con quién quieres pasar el resto de tu vida?
-No, estaba ocupada pensando en la persona con la que quiero disfrutar el día de hoy...
-¿No es, acaso, la misma persona con la que te gustaría envejecer y morir?
-No pienso en vejez, ni pienso en morir...Pienso en vivir, en reír, en sentir, en amar, en disfrutar...Y todo eso depende de mí...La vejez y la muerte ya lo tengo asegurado...El día de hoy no, por eso solo pienso en él..."

El comienzo de algo especial...

"-A veces con querer no es suficiente, siempre hay algún 'pero'...Y son 'peros' que irremediablemente te obligan a dejar de querer...

-Si quieres algo en tu vida da todo por ello, sólo así sabrás que los 'peros' estaban allí para hacer tu meta más gratificante..." ♥

Echar de menos...

Siempre han dicho que "no sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos"...Que gran verdad...
Mientras estamos disfrutando de las personas, no nos paramos a pensar que algún día, más tarde o más temprano, se interpondrá esa dolorosa distancia...

Estos últimos meses me ha tocado vivir en un constante "echar de menos"...Me ha tocado sentir esa distancia...Y duele...Duele mucho...

Compartir unas horas, unos días, con personas que sin pretenderlo me han aportado y enseñado tanto, que me entienden sin necesidad de explicaciones, que me hacen reír y rien conmigo...personas que por pequeñas cosas, se hacen grandes, muy grandes...Y, al fin de esas horas, de esos días, vuelve la distancia a hacerse protagonista...Y es cuando les empiezo a echar de menos.

Que al cabo de 5 años, sin casi planearlo, se dé la suerte de encontrarme con la amiga que me ha acompañado incondicionalmente, que ha sabido estar a mi lado a pesar de vivir a miles de kilómetros, que me ha regalado confianza y ha sabido valorar la mía...Pasar unas pocas (grandes) horas riendo cara a cara, mirándonos a los ojos, dejando que el aire sea el medio de nuestra voz...Y que, después de eso, vuelva la distancia...Y la empiece a echar de menos.

Conocer a una persona que vive tan lejos, dejar que los sentimientos hablen, que el corazón dirija...Olvidar los pensamientos y escuchar el sentir...Disfrutar los pocos días, hacerlos intensos, hacerlos inolvidables...Crecer, aprender, querer, amar, reír, vivir...Y hacer frente a la distancia una vez y otra vez...Tragar lágrimas de despedidas pensando en las de un próximo encuentro...Y vuelve la distancia...Y vuelvo a echar de menos...

Enfermedades que vienen de la nada, que se apoderan de un ser querido...Decisiones duras que hay que tomar, decisiones que toma "mi estrella" para el bien de todos...Decisión que duele por no haber tiempo a despedidas, por no saber si esa determinada sonrisa de un día es el último adios...Y aparece una distancia más dolorosa que cualquier otra, una distancia que no podrá ser superada jamás...Y es cuando vuelve, tras muchos años, el diferente "echar de menos" que intensifica al infinito el dolor.

La vida está en constante movimiento, hoy estamos en un lugar, mañana estamos en otro...Y junto a eso está el vivir extrañando a otras personas...Desde las que tenemos más cerca a las que no volveré a ver jamás...Son pequeñas-grandes espinas que se van clavando en el camino, señal de que un día, por cada espina clavada, hubo un momento feliz...

[No es la distancia el comienzo del olvido..]

Palabras...

"Dos palabras que en la distancia se convierten en pequeños soplos de caricias, de besos y abrazos...Aire que transmite calma, tranquilidad...Dos palabras que vuelan de un lugar a otro hasta llegar a quien lo necesita y sepa valorar...Dos palabras que nos une, nos acerca y acompaña cuando más solos estamos...Dos palabras que a veces olvidamos que es, junto a pocas palabras más, lo que nos llena en la lejanía..."

Volver a adaptarse...

Creer que, como adulta, sabrás superarlo y, de repente, empezar a llorar como una niña hace 8 años... Volver a empezar a creer en una tranquilidad... Y mirar arriba y sonreír... Pero mirar al lado y sentir el vacío e irremediablemente dejar caer las lágrimas...